"La palabra no ha sido reconocida como un virus porque alcanzó un estado de simbiosis estable con el huésped"
Un mundo virtual, escondido por su programadora, donde habita una versión de nuestros muertos. Un personaje misterioso que se escurre entre seudónimos y registros de nuestra última dictadura, artífice de una máquina brillante puesta al servicio del horror. Una búsqueda imposible encomendada por una amiga moribunda y una duda obsesiva por lo que puede decir una novela sobre esa verdad latente.
"Materiales para una pesadilla" es un artefacto único, ambicioso y enfermizo, que construye todo un mundo cyberpunk y lo dosifica en un procedimiento detectivesco para esconder allí una trama pequeña pero desgarradora donde el lenguaje es una herramienta fallida y a la vez el único bálsamo para una pérdida irremediable.
"Materiales para una pesadilla" es una de las experiencias más distintivas de las últimas décadas de nuestra literatura. No sólo contiene una enorme imaginación, una trama cautivante y un mecanismo narrativo novedoso; viene a decirnos algo sobre los límites y posibilidades de la ficción.