´´Cuando vi su foto de Instagram pensé que era un meme. Era absolutamente posible: algún lector u oyente con gusto por lo extraño se buscó la cara de alguien con una enfermedad y se la puso de perfil. Entré a sus posteos. No era una meme, no era un avatar. Era su cara, su cuerpo, su enfermedad, que mostraba sin rodeos y sobre la que escribía maravillosamente bien. Nos pusimos a hablar. Pegamos onda. Fui a visitarlo a su casa varias veces, a hablamos de libros, de la vida, de coger. Hablamos mucho de sus textos. Miles de cosas, pero una fue la más importante. “Contalo todo”. Contá como es tu enfermedad, tu cuerpo, tus problemas, tus odios y tus amores. No te escondas. Usá las palabras que el mundo usa con vos. Deci “deforme, raro, feo”. Robáte esas palabras, hacelas tuyas. Mandalos a todos a la mierda. Contá tu historia y al que no le guste que no mire y al que le de impresión que se vaya a leer a Nik. Matías hizo eso muchísimo más. Mi consejo es insignificante frente a este libro. Sacó un texto tremendo, honesto, gracioso, violento. Una experiencia intensa, como verlo, como hablar con él, como tocarlo´´

Juan Sklar, sobre Formas Propias, de Matias Fernandez Burzaco